Cada año con las procesiones del Rocío aparece una imagen que se repite demasiado y creo que es más que cuestionable.
En estas épocas donde los niños son poco más que elementos de cristal a los cuales no se les puede casi no toser porque si no aparece el defensor del menor y te la lía, me parece horrible que nadie se haya pronunciado todavía sobre el estres al cual se somete a los niños en estas fiestas. Entiendo aunque no comparto en absoluto, la devoción a la cual se someten miles de fieles, dándonos imágenes ya clásicas como saltar la balla para llevar en volandas a la virgen o cosas similares. Pero a lo que me es imposible acostarme es a ver como cientos de niños son llevados en volandas para tocar, besar o estar cerca de la virgen, y no me acostumbro entre otras cosas porque la imagen que se repite son los llantos de esos pequeños que evidentmente no entienden el sentimiento de los padres y son sometidos a un acto que desde mi punto de vista sobra. Si eres tan creyente pues vas tu, pero al bebé dejalo tranquilo porque ni siente ni padece esa devoción y lo único que se consigue es ver a pequeños llorando desconsolado viéndose pasar por brazos de desconocidos hasta llegar a la figura de la virgen. Creo que este tipo de actos debería de desaparecer, y dejando claro que acepto esa devoción de los padres, pero no lo es de los bebés. Cada uno debería de estar en su sitio.
La finalidad del blog es que puedan pasar un buen rato, ofreciendo contenidos de actualidad, dando un punto de vista sincero y diferente a lo habitual.
lunes, 20 de mayo de 2013
Procesiones cuestionables
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