Recientemente se ha montado un buen circo entorno a Alfredo
DiEstefano (la saeta rubia) desde que anunciara su boda con su novia 50 años
menor.
Sobre el papel es absurdo o difícil pensar que allí hay amor
o hay algo, pero esta parte del tema me trae sin cuidado, la parte morbosa,
interesante y degradante es otra.
Los hijos recientemente han llevado a su padre para que lo
declaren incapacitado para que de esta manera no pueda casarse, eso haría que
Alfredo no pudiera hacer lo que tiene pensado y sus hijos se asegurarían que la
herencia no se fuera a manos de “una ajena”.
Bien espero que el tribunal lo declare capacitado, puesto
que una incapacidad no es fácil de obtener, y más en las condiciones que está
Alfredo, ir en silla de ruedas no es un motivo para dicha incapacidad, entre
otras cosas porque la que buscan los hijos es la mental, y una vez el juez
dictamine que es capaz, espero que se vaya a un notario y se case, y a
continuación desherede a todos sus hijos y solo les pertenezca la legitima. Soy
muy visceral, que le vamos a hacer, pero sin lugar a dudas si me encontrara yo
en esa situación es lo que haría. Me parece fatal que los hijos mientras “la
chacha” ha estado a su lado, cuidándolo y haciéndole feliz no han tenido ningún
problema, se lo han sacado de encima como se suele decir, pero ahora que
quieren casarse, y eso conlleva que los hijos no se van a llevar una buena
parte del pastel cuando muera, entonces saltan las alarmas. Señores es lo que
hay, o acaso alguien se piensa que una persona de 36 años está con uno de 86
por su actividad sexual?. Creo que los hijos han demostrado claramente sus
intenciones, y si Alfredo es capaz, yo los desplumaba por listos.
Por otro lado podemos entrar en la moralidad de aceptar esa
boda, de si es justo, porque todos sabemos que las personas cuando llegan a una
cierta edad pierden el norte y hacen tonterías, pero creo que si el dinero es
suyo, si lo han ganado a lo largo de su vida, ellos pueden hacer lo que quieran
con ese dinero, y lo hijos deberían quedarse al margen, aconsejar me parece
bien, pero llevar a tu padre a que lo declaren medio lelo y asegurarte la
fortuna me parece muy mezquino.
Y no me vale la papeleta de Alfonso Diez con la duquesa de
Alba, porque renunciar a la herencia en vida para que los hijos acepten la
boda, me parece otra burrada. Y más cuando la duquesa que no es tonta, ya se ha
asegurado que le va a tocar a su viudo un buen trozo de pastel.
Desenmascaremos a los caraduras, es patética la imagen de
Alfredo entrando a pasar un reconocimiento obligado por sus hijos, que horror
de sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario