martes, 4 de junio de 2013

Una estafadora llamada farmacéutica

Recientemente he podido comprobar hasta donde llega la falta de escrúpulos de estos gigantes que manejan el negocio a su antojo.
Os pongo en antecedentes, mi perro es alérgico y tiene que tomar una pastilla para estar bien, al mes este medicamento me cuesta 62 euros, bien acaba de salir el genérico de este medicamento cuyo precio es 21 euros y es igual de efectivo. Pues bien con estos datos encima de la mesa, acabo de ser perjudicado como consumidor de manera injusta.
Las farmacéuticas tienen unas normas las cuales impiden poder comercializar un medicamento hasta pasados veinte años, esto hace que las grandes farmacéuticas que se encargan de diseñar el medicamento se aseguren el negocio durante ese periodo, dejando a las demás en la cuneta hasta pasada la fecha. Hasta aquí lo veo hasta lógico, porque si eres el productor del medicamento me parece injusto que venga otro y lo ofrezca por un 75% menos.
Bien el problema viene cuando han pasado estos 20 años de licencia, y la competencia ha sacado el medicamento genérico cuyo coste es muy inferior, para una persona de a pie como yo me ha supuesto un alivio económico importante puesto que de 62 euros he pasado a 21 euros, lo que supone un ahorro anual de 492 euros. A día de hoy, y teniendo en cuenta que se ha respetado la ley, no puedo comprar este medicamento genérico puesto que la empresa perjudicada ha puesto una demanda a la empresa que hace el genérico y que había respetado la ley, con la cual cosa automáticamente se paraliza la venta de este medicamento durante un año que salga el juicio. Y en este punto es donde creo que se comete una injusticia enorme con el consumidor.
Si la ley dice que el fabricante tiene la patente durante 20 años, y se ha respetado este periodo de tiempo, no entiendo como el medicamento queda paralizado durante un año que se celebre un juicio cuyo resultado ya sabemos, y es que la empresa demandante no tiene razón y lo único que hacen es conseguir mantener sus ingresos un año más, y no queda allí el tema porque seguramente esta misma empresa es la encargada de producir el medicamento genérico o al menos una de sus variantes, con la cual cosa el único objetivo de todo esto es retrasar la comercialización libre del medicamento y alargar un año unos ingresos superiores a los que tendrían a día de hoy.
El consumido donde queda en todo esto, pues como suele pasar de manera habitual en el último puesto de importancia, y eso que gracias al consumidor estas empresas viven cómodamente, pero poco importa cuando se puede saltar la ley a la ligera o como mínimo se puede retrasar y entorpecer poniendo trabas.
Si el consumidor tuviera el lugar que le corresponda, yo ahora mismo pondría una denuncia y se me tendría que dar la razón y como mínimo se me tendría que abonar la diferencia del medicamento hasta que saliera sentencia firme cosa que es absurdo, puesto que la sentencia ya se sabe antes de salir, si tienes 20 años y los he respetado no hay más. Pero como todos sabemos el consumidor no tiene medios suficientes para emprender acciones legales contra este tipo de comportamiento y la denuncia o queja acaba en el fondo del cajón.

Por todo ello, creo no equivocarme en decir que las farmacéuticas me parecen unas estafadoras, que manejan el negocio a su antojo sin que nadie se atreva a decirles nada.

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