Robar es barato.

Esta noche he tenido la suerte o desgracia según se mire de como nuestro país es destruido por un grupo (relativamente pequeño si tenemos en cuenta las proporciones) organizado principalmente de rumanos que campan a sus anchas sin que la justicia sea capaz de hacer nada contra ellos.

De qué sirve crear grupos de seguimiento, localización de delincuentes y tenerlos más o menos situados y detenidos si al mismo día salen por la puerta con una falta y siguen delinquiendo. Es terrorífico ver el daño que hacen al turismo, una de nuestras principales fuentes de ingresos y es más terrorífico ver los datos que apuntan por ejemplo que los ciudadanos chinos que nos visitan son las victimas perfectas, tres de cada diez son atracados, es un dato terriblemente negativo que deja claro que las cosas no se están haciendo bien.

Tanto cuesta cambiar las leyes, diariamente vemos como Rajoy cambia leyes, las modifica, las anula, y sin embargo una ley que es tan sencilla de modificar no se hace. Tanto cuesta entender que no es normal tener a personas con más de 40 denuncias por hurtos en la calle. Porque no se hace nada, entiendo que hay vacíos legales, pero esos vacíos son conocidos y si no se solucionan no son vacíos, sino errores.

Porque se permite que los detenidos no tengan documentación y no pase nada, porque si yo voy sin documentación y me paran, me multan por ir indocumentado, esta gente como no son nadie, no tiene sitio, ni lugar de procedencia, no pasa nada. Es muy triste ver como las fuerzas de la autoridad los tienen localizados, los llaman directamente por sus nombres, se despiden de ellos como se despide a un amigo. Entiendo a estas personas, porque para que te vas a preocupar de un problema que vas a tener al cabo de unas horas, para que preocuparse de una cosa que te da de comer diariamente, si dejan de estar allí su labor ya no tiene sentido. Entonces, tendremos que agradecer a estos carteristas de existir, creo que las cifras que se barajan son más que preocupantes, y creo que hay que hacer algo porque se está manchando demasiado nuestra imagen como país con este tipo de casos.

Es muy triste ver como este grupo organizado, son capaces de ser condenados a no entrar en el metro, y se toman la libertad de contratar a un abogado para que les defienda y que pelee para evitar que esa sentenciar pionera se cumpla. Es una vergüenza que pasen este tipo de cosas, y que encima tengan protección legal. No tienen documentación, no entienden el idioma, pero abogado tienen, y si les pillan lo primero que dicen es que llevan menos de 400 euros.

Tanto cuesta modificar una ley que haga que a la segunda o tercera vez que se les pille robando, sean 10 euros como 1000 euros se les expulsen del país. Seguramente saldrán con que no tienen destino, pues bien señores a la cárcel, a hacer trabajos forzosos y ya veríamos como iría la cosa. Creo que hemos pasado de un país secuestrado por el franquismo, a un país del flower power, donde el delincuente te roba en la cara y encima se ríe de ti, porque como le pongas la mano encima entonces te denuncia por agresión. Es todo un absurdo, y se tiene que defender al ciudadano, al extranjero pero nunca hay que facilitarles como se hace la faena a un grupo de delincuentes que en el cómputo global no debe pasar de las dos mil, cuatro mil personas respecto a una población de cincuenta millones, y sin embargo hacen que el conjunto de ciudadanos nos gastemos más de dos mil millones en este tipo de problemas.