viernes, 3 de diciembre de 2010

Otra vez los controladores aéreos

Estoy indignado por vivir en un país donde la corrupción y la ley del chantaje son deporte nacional. Me parece indignante lo que han vuelto a hacer los controladores aéreos, esta vez no ha sido una huelga, no ha sido una amenaza, directamente el 90% de los trabajadores han abandonado sus puestos, echo que ha obligado a cerrar los aeropuertos de España. Primero de todo, me es indiferente los problemas que puedan tener, las condiciones laborales que tengan, lo cansados que puedan estar, todo es indiferente, lo único que importa es que España hoy comienzo del puente, no se puede mover por culpa de estos chantajistas. Creo que el trabajo de controlador aéreo, aparte de ser muy estresante como ellos dicen (cosa que no pongo en duda) está muy bien pagado pese a que ellos dicen que no, y con las cifras en las manos son los mejor pagados de Europa. Dicho esto, cada vez que hay un puente, o comienzo de vacaciones, estos personajes se encargan de arruinar la vida a muchas personas inocentes, hoy por ejemplo comienzo del puente, muchas familias que trabajan duro todo el año, cobrando un cinco por ciento que lo que cobra esta gente, han reservado hoteles y cosas similares lejos de sus hogares para desconectar de una dura vida, y se han encontrado con la sorpresa de que no pueden ir a sus lugares elegidos, cuyos importes seguramente son muy elevados para ellos y se quedan en tierra por culpa de estos energúmenos. Me gustaría que estos mercenarios de las ilusiones, se pusieran en la piel de una persona que esté pendiente de un trasplante de órgano, que después de mucho tiempo consigan uno compatible, que tenga que ser trasladado al lugar del destinatario, y que por la gracia de estos delincuentes no pueda realizarse. O quizás que se pongan en la piel de esos inmigrantes que tenemos en nuestro país, que después de mucho tiempo trabajando para poder ir a visitar a sus familiares en estos pocos días que tienen libres, se gasten mucho más que una mensualidad para comprar esos caros billetes, y que hoy se encuentren que no pueden ir a ver a sus familiares. Son algunos de los casos que hoy nos podemos encontrar. Mis conclusiones son muy claras, la razón de una persona se pierde cuando se utiliza la fuerza y la coacción para sus intereses. Creo que esta vez han llegado demasiado lejos, y que las medidas que se van a tomar serán demasiado pocas para lo que tendría que ser, porque creo que se debería hacer una gran limpieza y dejar de estar coaccionados por un sector privilegiado que se dedica a destrozar ilusiones.

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