Arantxa Sánchez Vicario, la estafadora estafada

Me alegro profundamente de que Arantxa tenga una sentencia en firme que la obliga a pagar 3,5 millones de euros por evasión fiscal. Últimamente los deportistas nos están dando noticias muy negativas, pero últimamente el mundo del tenis es el que más escaldado está saliendo, hace pocas semanas Andre Agassi, uno de los mejores tenistas del mundo confesó a golpe de talonario que se había drogado durante una etapa de su vida, causó un gran revuelo y muchas voces entre ellas la mía se postulaban a que su nombre no saliera en todos los trofeos conseguidos. Tiger Woods, al cual le voy a dedicar un artículo en breve, también ha recibido lo suyo, pero ahora la que me importa es Arantxa. Nuestra tenista con más proyección ha sido sentenciada a pagar 3,5 millones de euros por evasión fiscal. Principalmente me alegro puesto que una deportista que en su día ganaba lo que 200 personas juntas, me parece indignante que encima fuera desviando dinero a Andorra para evitar pagar una serie de impuestos. Ahora que está retirada y posiblemente sus ingresos sean escasos en comparación a la época, me alegra saber que deberá pagar lo que en su día cuando era millonaria quiso estafar y ahora que es más humilde ya veremos de donde lo saca. Porque será que los millonarios son tan avariciosos y siempre quieren más, no se puede ser tan egoísta.