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lunes, 6 de mayo de 2013
Delinquir en España es barato
Si le hacemos la pregunta de “¿es barato delinquir en España?”, seguramente un porcentaje muy alto de personas diría que sí. Y no lo dirían sin conocimiento de causa, seguramente lo diría porque diariamente estamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación casos escandalosos en los cuales personalidades con cierta repercusión social se escapan de una condena ejemplar por su estatus de “personalidad” o “famoso”.
El bailador Juan Manuel Fernández Montoya, conocido artísticamente como Farruquito, fue condenado a tres años de cárcel por circular al doble de velocidad, sin carnet de conducir, atropello y fuga con resultado de muerte, incriminar a su hermano menor como autor de lo sucedido y alguna locura más. Esta condena resultó escandalosa puesto que saltarse tantas leyes y normas de circulación con resultado de muerte de un inocente y tener esa condena parece “barato” puesto que si lo llevamos a un extremo podemos interpretar que si me llevo mal con una persona y maquino una acción similar, si esa es la condena y recordemos que el bailador solo pasó 14 meses entre rejas y luego ya tenía el 3er grado, parece que es económico e incluso asumible un acto similar.
María José Campanario, otro caso curioso por el cual se le condena a 1 año y 11 meses por fraude a la SS. Un resumen breve del caso es que María José quería conseguir una pensión de por vida para su madre utilizando a otra persona para hacerse pasar por ella y fingir un problema crónico. Se destapó una red de estafa a la seguridad social, María José a día de hoy, y tras una sentencia tan favorable, parece que es inocente y que no ha cometido ningún delito como ella misma se encarga de prodigar.
Ortega cano, el último “famoso” condenado, ha sido otro nuevo escándalo puesto que ha sido condenado a dos años y medio de prisión por la muerte en accidente de tráfico de una persona. Es escandaloso porque se ha anulado la prueba de alcoholemia que se le realizó y en la cual triplicaba el máximo permitido, el abogado defensor ha conseguido que no se tenga en cuenta, lo que hace que de entrada Ortega no tenga que abonar la suma de la indemnización que se debía abonar a la familia, puesto que con esta sentencia se hace cargo el seguro. Moralmente creo que es el caso más grave de todos, principalmente porque en el juicio testificaron varias personas que lo habían visto muy bebido, incluso hay llamadas al 112 donde se denunciaba al coche del “matador” sin saber que era él. Sin embargo el juez no ha tenido en cuenta a estos testigos, porque hay otros que dicen lo contrario (curiosamente gente ligada directa o indirectamente a él), con lo cual entra en conflicto de intereses. A la ciudadanía le queda la impresión de que en caso de ver un asesinato, o una violación o un accidente, mejor mirar a otro lado porque como el implicado tenga buenos abogados, le puede dar la vuelta al asunto y dejarte con el culo al aire.
Isabel Pantoja, quizás el caso más escandaloso de todos y el que me ha llevado a escribir este artículo. El caso Malaya, cuyo resumen nos puede llevar a decir que es el caso de corrupción más escandaloso y salvaje de la historia de España, se salda con una de sus participantes con una pena de cárcel de 24 meses, es curioso porque la sentencia la condena a esta cifra, que queda más bonita que decir dos años. Isabel Pantoja, tendrá que hacer frente a una multa de poco más de un millón de euros (fácilmente asumible por una persona así) y poco más. A día de hoy, menos de un mes después de la sentencia, ya ha tenido un concierto en el cual hubo lleno absoluto y donde la “cantante de mano larga” recibió el cariño de sus fans, y donde se encargó de soltar alguna pulla haciendo mención a su inocencia. Entiendo que sus seguidores la adoren, pero obviar una evidencia con sentencia condenatoria me parece absurdo. Isabel Pantoja a día de hoy tiene la imagen de que ha sido cabeza de turco. Hay que tener en cuenta que Maite Zaldívar (mujer despechada y causante de que se destapara todo el caso) pese a que estuvo implicada durante más tiempo, fue condenada a más de tres años de prisión y se da la curiosidad de que en temas económicos más o menos se llevó lo mismo que Isabel Pantoja.
Un caso comparativo es el de una madre en paro que encuentra una tarjeta de crédito y compra en dos supermercados alimentos básicos para sus hijos por un valor aproximado de 300 euros. El caso salta a los medios, se localiza a la perjudicada que tiene lo que quería (su tarjeta de crédito), puesto que la tramitación judicial se efectúa porque lo quiere la compañía de la tarjeta no por la perjudicada. La justicia sigue con su labor y le dan una sentencia en firme para entrar en prisión con fecha de ingreso. Gracias a los medios de comunicación que le ponen en manos de un Gran abogado, evita la pena de cárcel a poco de tener que entrar.
La moraleja del asunto, una persona que “roba” 300 euros para alimentar a sus hijos tiene que entrar en prisión con sentencia firme, y una persona que roba varios millones de euros no entra en prisión.
Mis conclusiones son claras, la justicia NO es igual para todos, y con dinero todo cambia. Pese a ser condenados, tal y como está la justicia dichas penas se pueden alargar mucho tiempo incluso quedando prescrita y evitar la prisión.
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