jueves, 23 de febrero de 2012

Un absurdo llamado comercial

Con mis experiencias como comercial he llegado a una clara conclusión, el término comercial hoy por hoy debería adoptar otro nombre. Antiguamente, y con mucha experiencia visual al respecto, el comercial era una persona importante, un vendemotos, un manipulador de la mente capaz de hacer y deshacer a su antojo. Hoy el comercial es otra cosa, todas las grandes empresas contratar a gente sin formación alguna, y le ponen en el contrato la categoría de Comercial, cuando en realidad tendría que tener en el contrato la categoría de pringado recoge información para que un comercial de verdad haga la faena. Pero como evidentemente esta categoría seria susceptible de polémica, pues ponen comercial y acaban antes. El caso más reciente y cuya experiencia propia me avala para poder hablar de ello es el de Movistar. Creo que es una gran empresa eso no hay duda alguna, pero también creo que la manera de actuar y de hacer las cosas dejan mucho que desear. Recientemente han implantado la fibra óptica, y era el momento ideal para hacer las cosas bien, pero parece que hay necesidad de hacer las cosas mal. Con el sistema instalado, pasan a comercializar el producto. Creo que la forma correcta (y dado que Telefónica no hace ninguna faena por si mismos sino que contrata el servicio de Subcontratas y que creo que son las causantes de la mala gestión), hubiera sido mandar a comerciales de forma organizada por zonas, tanto telefónicos como presenciales, cubriendo todo el terreno disponible, seguramente el 90 por ciento de los clientes se hubieran cambiado por la importancia de la oferta. En vez de esto, Telefónica ha contratado el servicio de cuatro o cinco empresas que comercialicen el producto, estas empresas contratan a personal no cualificado que se encarga de destruir el producto puesto que como van por objetivos y estos objetivos son difíciles de alcanzar intentan vender el producto engañando a los clientes si hace falta, y evidentemente estas empresas son independientes las unas de las otras con lo cual se pisan la guitarra entre ellos haciendo que los clientes estén desesperados de recibir a comerciales cada dos por tres. Resultado en vez de tener el 90 por ciento de éxito tienen un 20. Y para más colmo, Telefónica está pagando cinco veces más por una cosa que de ser bien gestionada hubiera evitado destruir un producto que es magnífico. Lamentablemente este no es un caso aislado sino que es una forma muy habitual de trabajar de las grandes empresas (Iberdrola, GasNatural, Vodafone, Jazztel…) con la cual cosa los clientes de forma acertada acaban hasta los huevos de los comerciales y acaban contratando los servicios por su cuenta.

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