viernes, 12 de agosto de 2011

Londres, de ciudad ejemplar a desastre monumental

Parece mentira como puede cambiar la opinión de una persona de una semana a otra. Hace aproximadamente un mes estuve en Londres y salí muy contento de la ciudad, por su gente, su seriedad, su respeto hacia lo suyo, lo rectos y educados que son, lo limpio que lo tiene todo. Pues bien, como digo eso fue hace un mes, ahora lamentablemente y a causa de un acto desafortunado, todo eso se ha transformado en lo contrario. Una ciudad sin control en alguna de sus zonas, donde un reducido grupo de radicales que bajo la errónea premisa de provocar altercados a causa de la muerte de su compatriota (hay que recordar que la persona abatida iba armada, y que cualquier agente de seguridad antes de que peligre su vida que peligre la de al lado), están llenando la ciudad de fuego y miedo, saqueando todo aquello que pueden. Se puede decir que me he llevado una gran decepción, principalmente porque es difícil encajar los cambios que se producen de un momento a otro, y de todo corazón espero que el rio vuelva a su cauce y se reajuste la situación más que lamentable. Mis conclusiones son claras, Londres no se merece lo que le está ocurriendo, los saqueadores no tienen ninguna justificación para hacer lo que están haciendo, y aunque el muerto hubiera sido abatido de manera injusta e ilegal, no hay ninguna justificación para sembrar el pánico y es claramente un ejercicio de vandalismo puro y duro, donde se ha cogido a un mártir para usarlo como excusa para destruir todo aquello que les rodea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario