viernes, 20 de agosto de 2010

España, país de necios gracias a la justicia

A veces nos preguntamos porque las cosas en nuestro país funcionan tan mal, y creo que para alguna de ellas tengo respuesta. Creo que no descubro nada si digo que la justicia en España es bastante lamentable, no en cuanto a estado de derecho y cumplimiento de las leyes, sino desde el punto de vista de sanciones administrativas, y ejecución de penas. Seguro que todos hemos oído en las noticias cosas como, le puede caer una multa de hasta 60.000 euros por alguna estafa, evasión o infracción, seguramente ese hasta se convertirá en 500 euros, 1000 euros. Una persona comete un atraco, violación, agresión,…, hasta dos años de prisión se convierten en multa de 500 euros y sin pisar la celda. Entiendo que no se puede meter en la cárcel a todo el mundo por infracciones medianas o leves de tráfico, o por incivismo de carácter menor al grabe, pero creo que las sanciones económica podrían ser mucho más fuertes de lo que son y a lo mejor la gente no se pasaría las leyes por el forro. Pongo un ejemplo, un individuo que se dedica a organizar altercados en forma de destrucción de mobiliario urbano, en caso de ser pillado pasa a disposición judicial con un juicio que seguramente tendrá lugar en varios meses o incluso años dependiendo del grado del incidente, y seguramente tendrá una multa de 250 a 1000 euros depende de la gravedad. Que diferente seria en condenar a ese personaje con trabajos forzados los fines de semana y multa de 6000 euros. Creo que los problemas de civismo se acabarían. Un violador, si no tiene antecedentes tendrá como consecuencia una sanción económica no demasiado fuerte, y orden de alejamiento en el mejor de los casos, que diferente seria si fuera 1 año de trabajos forzados fines de semana y sanción económica de 15 a 30 mil euros. Lo que quiero demostrar con estos ejemplos que son posiblemente alejados de la realidad es que hay que endurecer la penas, entendiendo que las cárceles se pueden colapsar, los trabajos forzados los fines de semana dan como resultado que dejen de hacer el cafre en la “hora punta” y de paso realizar trabajos que normalmente nadie quiere hacer, como limpieza de zonas comunes en zonas conflictivas, limpieza de cacas de perros que aunque no deberían haber la gente es muy guarra, limpieza de cristales en parques y plazas, puesto que los cabrones que hacen botellón tienen la gentileza de destrozar las botellas para que al día siguiente niños y perros corran el riesgo de cortarse (y entiendo que es una minoría pero muy cabrona), y cosas similares. Creo que los cuerpos de seguridad del estado es decir la policía y sus derivados (mossos, policía local, artxancha, guardia civil,…) actúan bien y con rapidez en términos generales, lo que sucede es que cuando pasan a disposición judicial, estos actúan con lentitud y de manera poco eficaz, en parte gracias o por culpa de los abogados defensores que haciendo su trabajo a veces defienden y dejan libres a auténticos delincuentes y de lo cual siempre me ha sorprendido porque son capaces de defender a un asesino o violador confeso y dejarlo en libertad y dormir tranquilos pensando que mañana puede ser su mujer o hija la víctima, verdaderamente admirables. Por todo ello, creo en la policía pero no en la justicia.

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