viernes, 30 de abril de 2010

La injusticia contra los perros.

Ayer tuve la desgraciada experiencia de que un policía vestido de paisano me exigiera atar al perro porque están haciendo una campaña de verano para concienciar a las personas a llevar a los perros atados y que recojan sus necesidades (La Llagosta). Por una parte entiendo perfectamente que si hay niños jugando en un parque, que haya perros cerca sueltos puede ser peligroso, o como mínimo preocupante para las madres o padres que estén allí y no sepan o no tengan confianza de un perro que no conocen. La campaña organizada por la policía, en parte me parece correcta desde el punto de vista de concienciar a los dueños de recoger los excrementos de los animales, puesto que es nuestra obligación. Pero exigir que los perros vayan atados, creo que allí empiezan los problemas. Primer problema, los jóvenes somos los que pagamos el pato cuando somos una minoría, me explico, por ejemplo en mi pueblo puedes pasear y ves a las personas mayores que llevan a los perros sueltos, les abren la puerta de casa para que se vayan a pasear y luego vuelvan, los llevan directamente sin tener correa, vamos como si fueran personas, sin embargo personas como yo que somos la mayoría que bajamos al perro con correa y cuando llegamos al parque los soltamos para que corran puesto que un perro necesita correr nos encontramos con esto. Creo que exigir está muy bien, pero primero abría que permitir a los perros disponer de un espacio para ellos, entiendo que el espacio que está habilitado para ellos, al final del parque, un espacio reducido de cinco metros cuadrados es un insulto a los animales, primero por lo pequeño y segundo por la falta de higiene que tiene el lugar. Si nos ponemos quisquillosos, tanto esas familias que llevan a los niños como yo que llevo a mi “niño”, tenemos el mismo derecho de disfrutar de ese espacio puesto que pagamos impuestos por igual, entonces porque yo tengo que llevar a mi perro atado, por algún perro que pueda ser agresivo tengo yo la culpa, por esa misma regla de tres, en nuestro precioso pueblo en verano los “niños” se ponen a hacer botellón y tiran las botellas al suelo rompiéndose y siendo un peligro para los niños, y sin embargo no los llevan atados o vigilados. Con esto quiero dar a entender que entiendo perfectamente la campaña, porque si yo tuviera un hijo me gustaría que estuviera seguro, pero creo que es discriminar a los animales y que antes se debería habilitar un espacio en condiciones para que puedan estar.

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