¿Llegó el fin de Sálvame?

Tras varios años de rotundo éxito de un formato que fue creado para comentar Supervivientes y que dado el éxito terminó siendo programa diario y referente de las tardes en Telecinco, parece que está tocando a su fin a no ser que alguien consiga retomar el rumbo. Aquellos colaboradores avispados, donde parecían una pandilla que golpeaban todos hacia la misma dirección y donde destripaban a cualquiera que intentara romper ese núcleo, ahora se ha convertido en una guerra sanguinaria entre colaboradores y donde el buen rollo y las risas se han transformado en drama y puñaladas traperas entre ellos. Creo que la misma cadena ve que esto está tomando un camino sin retorno, pero es difícil solucionar algo que lo han convertido en personal. El foco de todo, personalmente tiene nombre y apellido y es Paz Padilla, presentadora suplente o sustituta o como quieran llamarlo de Jorge Javier, y causante directa de todo el mal rollo que ahora hay, con su manera de llevar el programa y a los colaboradores poco a poco los ha ido crispando y en muchas ocasiones los enfrentamientos entre presentadora y colaboradores han sido muy sonados por terminar hablando con dirección para que recondujeran la situación. Ahora que Jorge ha vuelto de vacaciones, se encuentra con un ambiente crispado, y con una brecha demasiado abierta. Me niego a pensar que esto forma parte del guion, entre otras cosas porque esto no beneficia ni a la cadena ni al programa, y ya se han dado muestras de que hay que solucionarlo porque de seguir así todo acabará. Prueba del momento crítico que atraviesa el programa es que el viernes tenían como invitado estrella a Rosa Benito con el tema de si va a seguir o no en el programa, me parece que poco más hay que decir, y más todavía cuando después de más de cuatro horas, todavía se tiene que pensar si continuaba. Pero no contentos con eso, el lunes le dedican un gran trozo de programa a realizarle una nueva entrevista a la susodicha, que tiene como importancia televisiva el ser cuñada de la fallecida Rocío Jurado y ser la ganadora forzosa (es decir que fue un apaño en toda regla de la cadena para que ganara el personaje y todo quedara en casa) del concurso televisivo. Creo que dedicarle más de dos minutos a este personaje deja clara la debilidad de contenidos del programa. Mis conclusiones son claras, lo que en su día fue un programa innovador y gracioso, donde pagaban a los invitados 300 euros y los ponían de vuelta y media, ahora se ha convertido en una guerra sin cuartel donde todos disparan hacia todos los lados y donde es evidente que salvo milagro, tiene tintes de desaparición del programa estrella de Telecinco.