Los “cuatro” retrasados de siempre.

Lamentablemente el fin de fiesta del vigésimo titulo del Barça acabó como suelen acabar todo tipo de celebraciones últimamente, con altercados. Esta vez han sido 104 los detenidos, pero lamentablemente estos retrasados mentales no tardarán ni 24 horas en estar en la calle y es lógico que pasen este tipo de cosas. Imaginemos que estamos celebrando el titulo, al lado nuestro un energúmeno empieza a “liarla parda”, intervienes para no enturbiar la fiesta, saca una navaja y te raja, sales perdiendo, o te pega un puñetazo y te deja tonto, sales perdiendo, o lo detiene la policía, y en dos horas está en la calle, sales perdiendo, o lo llevan a juicio y tras meses o años de juzgados sale absuelto y te hace la vida imposible, sales perdiendo. Todos estos casos son la realidad de una serie de injusticias que no deberían pasar, porque a estos retrasados no les hacen un juicio rápido y los condenan a varios meses o años de prisión, porque no les meten multas desorbitadas para que se lo piensen la próxima vez, porque tantas cosas, pues sencillamente porque la justicia española es la lacra de nuestro país, y deja tanto que desear y es tan blanda y tan desbordada que aquí cada uno hace lo que le da la gana. Evidentemente no culpo a nadie de los miles de aficionados que estaban allí viendo lo que hacían “cuatro tarados” porque yo en su lugar tampoco intervendría entre otras cosas por todo lo expuesto, te arruinan la vida para nada, pero es necesario que la justicia empiece a tomar medidas duras contra estos supuestos aficionados que no son más que gentuza que en su armario tienen la camiseta de todos los grandes y se dedican a destrozar mobiliario que pagamos todos y enturbiar noches mágicas. Los mossos actuaron bastante bien camuflando a muchos agentes de paisano, de allí tantas detenciones, pero de nada sirve si la justicia y los abogados mercenario siguen haciendo de ellos lo que son. Basta ya, porque encima salen ganando porque yo ahora mismo estoy hablando de ellos y los telediarios lo van a hacer también, y ellos con su mente cavernícola, estarán delante de la televisión riéndose de sus hazañas y quitándose piojos los unos a los otros y rascándose detrás de la oreja, porque no son más que eso animales salvajes que necesitan que les pongan en su sitio y los eduquen de la manera que sea necesaria.