viernes, 5 de marzo de 2010

Que Dios nos coja confesados.

Por suerte hace unos años dejé de vivir en una ciudad tan caótica como es Barcelona y cualquier gran ciudad. Pero por desgracia cada vez que tengo que moverme por ella, me doy cuenta que cada día va la cosa a peor. La masificación es agobiante, el negocio que se hace con los coches (zona azul, verde,…) es brutal, la mala leche que desprende la gente es demasiado descarada, es un verdadero caos. Pues entre ese inmenso caos, no se les ocurre otra cosa que hacer de la antigua Plaza de las arenas (plaza de toros que se cerró al público) un centro comercial que va a destruir más el caos de la Plaza España. Encuentro varios problemas en esta construcción, se ha hecho un trabajo descomunal para poder dejar la fachada como estaba puesto que se supone que es patrimonio cultural y no se puede destruir. Cualquier persona que se dé una vuelta por esa zona, descubrirá la masificación de vehículos que hay ahora mismo, no quiero ni pensar cuando se termine la obra y todos los centenares de vehículos que entren o lo intenten al nuevo centro comercial, como lo harán y cuantas horas necesitaran. Creo que está muy bien darle un usa a la antigua plaza, pero creo que es un interés puramente económico y no se tiene en cuenta ni a la ciudadanía ni a sus vecinos, que van a tener que sufrir un caos descomunal. Mis conclusiones son claras, en Barcelona cada día las cosas son mas difíciles, aquellos que hemos vivido en ella tenemos que emigrar por la imposibilidad de vivir en ella, por sus abusos y por su falta de ética cara a la ciudadanía, creo que ir por plaza España un viernes o un sábado va a ser una utopía, y en rebajas o navidades un pitorreo.

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